Reflexiones sobre el Duelo: Un Camino Hacia la Aceptación

Melina La Torre
martes, 7 de enero de 2025

Recientemente, participé en un taller sobre el duelo desde la visión de la psicosomática, dirigido por Salomon Sellam. La experiencia me permitió profundizar en aspectos que no había comprendido completamente, y una de las lecciones más poderosas fue cómo el duelo no se limita únicamente a los síntomas evidentes de tristeza o dolor. Muchas veces, lo que parece estar superado en la superficie esconde profundas secuelas que afectan nuestra vida de maneras insospechadas.
El Miedo a Perder: Secuelas Ocultas
En mi caso personal, perdí a Matías hace ya varios años, y aunque he aprendido a vivir sin su presencia física, me di cuenta de algo que nunca había procesado: el miedo a volver a perder a alguien. Este miedo, de manera sutil pero constante, había comenzado a bloquear mi capacidad de entregarme plenamente a nuevas relaciones, sobre todo en mi vida de pareja. Nunca había reconocido cómo una pérdida tan profunda puede generar cicatrices invisibles que se manifiestan como miedos, inseguridades y barreras emocionales que afectan nuestras decisiones y comportamientos.
La Importancia de los Rituales en el Duelo
Una de las enseñanzas más impactantes de este taller fue comprender el rol vital de los rituales en el proceso de duelo. Durante mi duelo, algo fundamental había quedado pendiente: no haber visto a Matías muerto. Esta omisión, aparentemente insignificante, dejó en mí una sensación de negación inconsciente, como si esperara su regreso de un viaje eterno. Esta falta de despedida física, de reconocimiento final, bloqueó mi capacidad de cerrar ese ciclo.
El Dr. Sellam nos explicó que, en el duelo, no solo existe el duelo psicológico, sino también un duelo biológico. El duelo psicológico es el que experimentamos emocionalmente, de forma consciente, mientras que el duelo biológico está relacionado con la aceptación física de la muerte. En mi caso, había avanzado en el duelo psicológico, pero el duelo biológico estaba completamente detenido. Nunca ver el cuerpo de Matías había dejado una herida invisible en mi proceso de aceptación.
Reflexiones sobre el Duelo Infantil
Una de las preguntas que me hicieron recientemente fue si un niño debería asistir a un sepelio. En el pasado, probablemente habría dicho que no, tratando de protegerlo de ese dolor. Sin embargo, después de lo aprendido, hoy estoy convencida de que es importante que los niños y también los adultos estén presentes en esos momentos. Ver el cuerpo, aunque no siempre fácil, es una forma de comenzar a asimilar la muerte desde nuestros sentidos, ver, tocar, el
cuerpo ayuda a despedirnos. Es un acto de aceptación que nos permite comprender la realidad de la pérdida. En mi caso, no haber visto nunca el cuerpo me generó una negación que me dificultó mucho más aceptar la ausencia definitiva de Matías.
La Reparación a Través del Ritual
Hoy, ocho años después de su partida, me he dado cuenta de lo importante que es cerrar esos ciclos de manera consciente. A través de una práctica sugerida en el taller, decidí realizar un ritual en el aniversario de su muerte. Este gesto simbólico ha sido una forma de reparar la omisión que durante tanto tiempo había bloqueado mi proceso de duelo. El ritual me permitió honrar su memoria, aceptar su partida de manera definitiva y finalmente liberarme de la negación que me había acompañado durante tanto tiempo.
Invitación a Reflexionar y Sanar
Si estás pasando por un proceso de duelo, ya sea reciente o de muchos años atrás, te invito a reflexionar sobre estos aspectos. Tal vez hay algo pendiente, algo que no has visto o aceptado completamente. Los rituales, el reconocimiento del cuerpo, la confrontación con la realidad de la muerte, son pasos importantes para liberar el alma y continuar el viaje hacia la sanación.
A veces, el duelo no termina cuando creemos que ha terminado. Las cicatrices invisibles pueden seguir presentes mucho después de la pérdida. Pero también es posible sanar, reparar y encontrar paz.
Te invito a reflexionar sobre tu propio proceso de duelo y a preguntarte: ¿Hay algo que aún esté pendiente para ti? ¿Un ritual, una despedida, un reconocimiento que puedas hacer para liberar esa energía estancada y permitirte seguir adelante?
La sanación comienza con el reconocimiento y el valor de enfrentar lo que nos duele. No estamos solos en este camino.
Reflexiones sobre el Duelo: Un Camino Hacia la Aceptación

Melina La Torre
7 ene 2025

Recientemente, participé en un taller sobre el duelo desde la visión de la psicosomática, dirigido por Salomon Sellam. La experiencia me permitió profundizar en aspectos que no había comprendido completamente, y una de las lecciones más poderosas fue cómo el duelo no se limita únicamente a los síntomas evidentes de tristeza o dolor. Muchas veces, lo que parece estar superado en la superficie esconde profundas secuelas que afectan nuestra vida de maneras insospechadas.
El Miedo a Perder: Secuelas Ocultas
En mi caso personal, perdí a Matías hace ya varios años, y aunque he aprendido a vivir sin su presencia física, me di cuenta de algo que nunca había procesado: el miedo a volver a perder a alguien. Este miedo, de manera sutil pero constante, había comenzado a bloquear mi capacidad de entregarme plenamente a nuevas relaciones, sobre todo en mi vida de pareja. Nunca había reconocido cómo una pérdida tan profunda puede generar cicatrices invisibles que se manifiestan como miedos, inseguridades y barreras emocionales que afectan nuestras decisiones y comportamientos.
La Importancia de los Rituales en el Duelo
Una de las enseñanzas más impactantes de este taller fue comprender el rol vital de los rituales en el proceso de duelo. Durante mi duelo, algo fundamental había quedado pendiente: no haber visto a Matías muerto. Esta omisión, aparentemente insignificante, dejó en mí una sensación de negación inconsciente, como si esperara su regreso de un viaje eterno. Esta falta de despedida física, de reconocimiento final, bloqueó mi capacidad de cerrar ese ciclo.
El Dr. Sellam nos explicó que, en el duelo, no solo existe el duelo psicológico, sino también un duelo biológico. El duelo psicológico es el que experimentamos emocionalmente, de forma consciente, mientras que el duelo biológico está relacionado con la aceptación física de la muerte. En mi caso, había avanzado en el duelo psicológico, pero el duelo biológico estaba completamente detenido. Nunca ver el cuerpo de Matías había dejado una herida invisible en mi proceso de aceptación.
Reflexiones sobre el Duelo Infantil
Una de las preguntas que me hicieron recientemente fue si un niño debería asistir a un sepelio. En el pasado, probablemente habría dicho que no, tratando de protegerlo de ese dolor. Sin embargo, después de lo aprendido, hoy estoy convencida de que es importante que los niños y también los adultos estén presentes en esos momentos. Ver el cuerpo, aunque no siempre fácil, es una forma de comenzar a asimilar la muerte desde nuestros sentidos, ver, tocar, el
cuerpo ayuda a despedirnos. Es un acto de aceptación que nos permite comprender la realidad de la pérdida. En mi caso, no haber visto nunca el cuerpo me generó una negación que me dificultó mucho más aceptar la ausencia definitiva de Matías.
La Reparación a Través del Ritual
Hoy, ocho años después de su partida, me he dado cuenta de lo importante que es cerrar esos ciclos de manera consciente. A través de una práctica sugerida en el taller, decidí realizar un ritual en el aniversario de su muerte. Este gesto simbólico ha sido una forma de reparar la omisión que durante tanto tiempo había bloqueado mi proceso de duelo. El ritual me permitió honrar su memoria, aceptar su partida de manera definitiva y finalmente liberarme de la negación que me había acompañado durante tanto tiempo.
Invitación a Reflexionar y Sanar
Si estás pasando por un proceso de duelo, ya sea reciente o de muchos años atrás, te invito a reflexionar sobre estos aspectos. Tal vez hay algo pendiente, algo que no has visto o aceptado completamente. Los rituales, el reconocimiento del cuerpo, la confrontación con la realidad de la muerte, son pasos importantes para liberar el alma y continuar el viaje hacia la sanación.
A veces, el duelo no termina cuando creemos que ha terminado. Las cicatrices invisibles pueden seguir presentes mucho después de la pérdida. Pero también es posible sanar, reparar y encontrar paz.
Te invito a reflexionar sobre tu propio proceso de duelo y a preguntarte: ¿Hay algo que aún esté pendiente para ti? ¿Un ritual, una despedida, un reconocimiento que puedas hacer para liberar esa energía estancada y permitirte seguir adelante?
La sanación comienza con el reconocimiento y el valor de enfrentar lo que nos duele. No estamos solos en este camino.
Reflexiones sobre el Duelo: Un Camino Hacia la Aceptación

Melina La Torre
martes, 7 de enero de 2025

Recientemente, participé en un taller sobre el duelo desde la visión de la psicosomática, dirigido por Salomon Sellam. La experiencia me permitió profundizar en aspectos que no había comprendido completamente, y una de las lecciones más poderosas fue cómo el duelo no se limita únicamente a los síntomas evidentes de tristeza o dolor. Muchas veces, lo que parece estar superado en la superficie esconde profundas secuelas que afectan nuestra vida de maneras insospechadas.
El Miedo a Perder: Secuelas Ocultas
En mi caso personal, perdí a Matías hace ya varios años, y aunque he aprendido a vivir sin su presencia física, me di cuenta de algo que nunca había procesado: el miedo a volver a perder a alguien. Este miedo, de manera sutil pero constante, había comenzado a bloquear mi capacidad de entregarme plenamente a nuevas relaciones, sobre todo en mi vida de pareja. Nunca había reconocido cómo una pérdida tan profunda puede generar cicatrices invisibles que se manifiestan como miedos, inseguridades y barreras emocionales que afectan nuestras decisiones y comportamientos.
La Importancia de los Rituales en el Duelo
Una de las enseñanzas más impactantes de este taller fue comprender el rol vital de los rituales en el proceso de duelo. Durante mi duelo, algo fundamental había quedado pendiente: no haber visto a Matías muerto. Esta omisión, aparentemente insignificante, dejó en mí una sensación de negación inconsciente, como si esperara su regreso de un viaje eterno. Esta falta de despedida física, de reconocimiento final, bloqueó mi capacidad de cerrar ese ciclo.
El Dr. Sellam nos explicó que, en el duelo, no solo existe el duelo psicológico, sino también un duelo biológico. El duelo psicológico es el que experimentamos emocionalmente, de forma consciente, mientras que el duelo biológico está relacionado con la aceptación física de la muerte. En mi caso, había avanzado en el duelo psicológico, pero el duelo biológico estaba completamente detenido. Nunca ver el cuerpo de Matías había dejado una herida invisible en mi proceso de aceptación.
Reflexiones sobre el Duelo Infantil
Una de las preguntas que me hicieron recientemente fue si un niño debería asistir a un sepelio. En el pasado, probablemente habría dicho que no, tratando de protegerlo de ese dolor. Sin embargo, después de lo aprendido, hoy estoy convencida de que es importante que los niños y también los adultos estén presentes en esos momentos. Ver el cuerpo, aunque no siempre fácil, es una forma de comenzar a asimilar la muerte desde nuestros sentidos, ver, tocar, el
cuerpo ayuda a despedirnos. Es un acto de aceptación que nos permite comprender la realidad de la pérdida. En mi caso, no haber visto nunca el cuerpo me generó una negación que me dificultó mucho más aceptar la ausencia definitiva de Matías.
La Reparación a Través del Ritual
Hoy, ocho años después de su partida, me he dado cuenta de lo importante que es cerrar esos ciclos de manera consciente. A través de una práctica sugerida en el taller, decidí realizar un ritual en el aniversario de su muerte. Este gesto simbólico ha sido una forma de reparar la omisión que durante tanto tiempo había bloqueado mi proceso de duelo. El ritual me permitió honrar su memoria, aceptar su partida de manera definitiva y finalmente liberarme de la negación que me había acompañado durante tanto tiempo.
Invitación a Reflexionar y Sanar
Si estás pasando por un proceso de duelo, ya sea reciente o de muchos años atrás, te invito a reflexionar sobre estos aspectos. Tal vez hay algo pendiente, algo que no has visto o aceptado completamente. Los rituales, el reconocimiento del cuerpo, la confrontación con la realidad de la muerte, son pasos importantes para liberar el alma y continuar el viaje hacia la sanación.
A veces, el duelo no termina cuando creemos que ha terminado. Las cicatrices invisibles pueden seguir presentes mucho después de la pérdida. Pero también es posible sanar, reparar y encontrar paz.
Te invito a reflexionar sobre tu propio proceso de duelo y a preguntarte: ¿Hay algo que aún esté pendiente para ti? ¿Un ritual, una despedida, un reconocimiento que puedas hacer para liberar esa energía estancada y permitirte seguir adelante?
La sanación comienza con el reconocimiento y el valor de enfrentar lo que nos duele. No estamos solos en este camino.