Los cuencos de cuarzo son hermosos puentes que te conducen a tu interior. Hace un tiempo atrás facilité una meditación con cuencos con el objetivo de elevar la vibración e intencionar anhelos con la luna llena. En esa sesión uno de los participantes me confesó que quería salir porque el sonido le parecía incomodo, otro me comentó que le han molestado los ruidos externos al ambiente, otro que se pudo conectar con su ser y así cada uno me iba manifestando lo que le ha producido el sonido.
Es muy interesante como cada una de las personas recibe el sonido y sobre todo que nos viene a mostrar, puede conectarte con ciertas cuestiones que estén en desequilibrio, su sonido es tan profundo que activancosas que necesitan ser escuchadas y quizas no sean de tu agrado, ya que te esta mostrando que algo en ti no esta bien, si el sonido me molesta, me puedo preguntar ¿ me cuesta escuchar a otros? ¿ me cuesta sentirme escuchado?
¿ había notado antes mi sensibilidad?
Los factores externos también son elementos de información a la terapia, también vienen a mostrar cosas a sanar, un mosquito con su zumbido, el ruido del avión volando cerca, me pregunto ¿Por qué me distraigo con elementos para no conectar conmigo? ¿Cuáles son los ruidos que no me dejan escucharme? ¿cuál es el dolor oculto que quisiera evitar? ¿De quién tendría que escapar?
En mi caso cuando yo comienzo a tocar, me sumerjo en una profunda relajación, el sonido me transmite paz, me resuena en el cuerpo y me abstraigo de lo que pasa a mi alrededor, es una sensación única sentir como ese sonido me lleva a un viaje con mi ser, así entiendo cuanto bienestar he sembrado en mi.
La terapia con cuencos es un momento de tomar conciencia desde el sonido. Es el momento de comprender lo que vas transitando en la vida, es el momento de salir de la rutina para darte un tiempo para vos con vos, es salir de ese piloto automático y poder escucharte y te permite poner en palabras las emociones causadas por algún suceso y vivir en conciencia.