Por qué no los veas no significa que estén ahí…..
Es como una nube que veo en el cielo y que de repente dejo de ver, porque esa nube se convirtió en el agua de lluvia que riega las plantas del jardín.
Comencé a ver ese jardín con todos mis sentidos, en cada flor que crecía había algo de Mati, se hacía presente en cada pétalo. Empecé a sentir su presencia a diario.
Días previos para cumplir años, mi cuñada me envía un regalo por correo, al llegar y no encontrar a nadie en mi casa, Caro me llamó y me dijo:
– ¿como no estás en tu casa?
– ´salí hacer unas vueltas-, le respondí
y me dijo: -Volvé rápido que te dejaron un regalo-.
Al llegar, ingreso por la puerta principal me encuentro un pájaro que estaba cuidando del regalo, un libro que se llama “Dios viene en una Harley”.
Pero las sincronías no terminaban allí……
Este cumpleaños era un cambio de década y salí a celebrarlo con amigos, cuando iba en el auto mi cuñado y mi hermana junto a una amiga, nos detuvimos en un semáforo y frente a nosotros aparece un señor tocando el saxo la canción “Recuerdame” de Coco. Pasó un escalofrío por mi cuerpo, sentí que el estaba celebrando la vida conmigo.
Esa misma semana, una noche se metió en mis sueños para avisarme que compraría una casa nueva. Todo esto fue una hermosa ruta de coincidencias, sincronías que indiscutiblemente me conectaban a él, ya te entendí Mati, ya no me hablas de los sentidos humanos, ahora me hablas en un lenguaje que no es fácil de comprender, pero si estás atenta y observas se convierten en señales precisas y claras, en la que te manifiestas para mí desde otra forma y esencia.
Ahora entiendo que la persona que se muere no desaparece, no lo vemos como lo conocimos, sino que se transforma, solo necesita otros ojos, los ojos de la sincronicidad.
Ellos se hacen presentes todo el tiempo, solo es cuestión de que estemos despiertos para recibir esas señales. Han dejado su cuerpo y no los vemos carnalmente, pero sin lugar a duda su energía sigue existiendo, ya lo entenderemos todos cuando llegue ese momento.
Les dejo foto del pajarito que cuidó mi regalo.
Pájaros, mariposas, colibríes, libros, canciones, personas, lugares, la lista es larga, todas estas son formas como nuestros muertos se comunican con nosotros porque al final lo que intentan decirnos y mostrarnos es que siempre ha existido un lenguaje espiritual en el que no existe la división entre vivos y muertos, al final ellos nos ayudan a evolucionar y a elevar nuestra conciencia más allá de este mundo material. Hoy más que nunca se que la materia no es todo, que hay algo más allá de ella.