Cuando me dieron la noticia de que mi esposo falleció, sentí que me iba derrumbando lentamente, lo único que esperaba es que me dijeran que era una pesadilla y que estaba soñando. A medida que las personas que me conocían se iban enterando, me escribían y me decían lo siento mucho, no se que decirte, no lo puedo creer, te pienso mucho.
En ese momento todo lo que me decían me sabía a mierda. Entré en un estado en que me daba bronca, rabia de todo lo que me llegaran a decir.
Cuando se está del otro lado, es muy difícil acompañar porque no saben lo que siente uno en ese momento. Recuerdo que me han dicho, ahora tienes un angelito que te va a cuidar, que te va a acompañar, pero en ese momento te sabe todo mal.
A pesar de todo, hubo cosas que han hecho amigos que me han ayudado y me he sentido acompañada, como ocuparse de todo lo que conllevaba el papelerío del sepelio, una amiga llamó a una psicóloga especialista en duelo para que pueda hablar y me guiara de cómo decirles a mis hijas que había muerto su padre, otra amiga se ocupó de sacar las cosas de Mati, mi esposo consensuado por mi y otra se ocupo de todo el tema del papeleo de tarjetas, seguros y demás.
Hay algo que me ha ayudado muchísimo y que, recomiendo, me han regalado un taller de duelo, un espacio en el que pude desahogarme, un espacio en el que encontré otras personas que pasan por lo mismo y en el que me sentí comprendida.
Cuando encuentres a una persona que esta en duelo, abrázalo, acompáñalo, dile….. “estoy aquí para ti” “dime que necesitas, como puedo ayuda”” te acompaño”, puedes regalarle un libro, a mi me han regalado “Experiencias con el cielo”, lo recomiendo 100%.
Nunca le digas “ya no sufre más” en el caso que haya muerto de una enfermedad, “era su hora”, “cumplió su misión en la tierra” “Se fuerte” “sos joven, podes rehacer tu vida”.
Ten en cuenta que no hay duración para realizar el duelo, no presione a la persona que está en duelo por no poder salir de esa situación. Comprende que cada persona es diferente y los tiempos en el proceso no son los mismos. Envía tu mensaje no esperes una respuesta inmediata, puedes ofrecer una misa, puedes prender una velita. Comparte alguna anécdota que hayas compartido con la persona que ya no está. A mi me ha sacado una sonrisa recordar sus anécdotas.