En este nuevo comienzo de año he decidido de dejar de trabajar en relación de dependencia para poder ayudar y ayudarme a sanar personas, he realizado un balance de mi vida espiritual y realmente esto es lo que me hace feliz.
El año pasado he comenzado con el acompañamiento de Pao, mi terapeuta, a buscar una actividad que me llegara al alma, algo que me permitiera sentirme a mi misma y no tanto a mi dolor.
El primer paso fue compartir mi experiencia de vida para que mi historia estuviera al alcance de personas que podrían atravesar algún tipo de duelo, escribir resultó terapéutico y sanador, pero compartir fue extraordinario, desde allí nace este blog.
Arranqué otra etapa, aún más profunda así qué estudié y me certifiqué como consultora en Biodecodificación emocional y de esta manera puse toda mi atención en los duelos humanos desde los procesos de vida. Comprendí muchas cosas de mi historia y mi mirada se fue ampliando.
Muchas personas me consultan qué es la biodecoficación emocional, es buscar el origen del síntoma, este último es todo aquello que hace que una vida sea vivida como no plena.
Un síntoma puede ser físico o emocional, solo debemos estar atentos a que nos está pasando en la vida, cual es la causa que me perturba que hace que no pueda vivir feliz.
Indagando un poco más profundo, he ido a buscar la causa de porqué mi viudez temprana, haciendo un análisis de mi árbol genealógico me encontré con repetición de 3 historias en mi clan, repitiendo la viudez de mi abuela paterna estando embarazada de mi papá, de mi abuela materna con mi mamá de 13 años y también repitiendo historia con la abuela de Matías, habiendo quedado viuda a los 35 años igual que yo y a su vez Matías repitiendo historia de su abuelo, muriendo a la misma edad.
Esto me sirvió para entender y atender este patrón que me pedía que validara a grito el dolor que pasaron mis ancestros y de esta manera evitar que se repita la historia.
Ahora la vida me ha sorprendido porque descubrí que los duelos no son solo ausencias y me han llegado casos tales como obesidad, problemas de pareja, miedos, mal estar con otras personas, no poder concretar los proyectos, temas económicos entre otros.
He estado trabajando diferentes casos, donde el avance de su proceso ha sido increíble. He tratado un tema de una consultante con un problema de obesidad con quien buscamos la raíz de un exceso de grasa en su cuerpo. La grasa representa entre otras cosas una reserva de protección, durante nuestro encuentro pudimos llegar a las memorias, muy bien guardadas, del sentimiento de desprotección ante un familiar que la acosaba sexualmente. Nuestro instinto de supervivencia, muchas veces nos hace olvidar momentos traumáticos para poder seguir con la vida, sin embargo, el efecto emocional de esos momentos queda almacenado en nuestra biología y en algún momento despertarse en situaciones determinadas y nos enteramos de que están allí o que se han activado por medio de síntomas. Al final todo proceso terapéutico se convierte en un viaje de auto reconocimiento de nuestras propias historias de vida.
La clave para sanar son las ganas y la persistencia de querer estar bien. ¿Cómo se aborda?
Para tratar un síntoma se debe tener un mínimo de 4 sesiones, cada sesión es de 2 horas aproximadamente y deben pasar 20 días aproximadamente entre cada sesión, eso se debe porque se descargan emociones y eso produce que el cuerpo hable, por eso se debe contar con estos días para procesar lo trabajado en la sesión.
Si quieres trabajar algún síntoma que tengas en tu vida, no dudes en contactarme.