El mes de noviembre comenzó con una fecha muy especial para hablar sobre nuestros muertos, “El día de los muertos” ellos tienen mucho que contarnos para que podamos descubrir las experiencias que vivimos en este plano físico.
La celebración del día de los muertos viene de una tradición mexicana, es una gran fiesta donde se honra aquellas personas que ya no están, se les ofrece la comida y/o bebida que a esa persona le gustaba y se vive como una gran fiesta.
Para poder realizar mi altar de muertos, le he pedido a mi mamá que por favor buscara fotos de mis abuelos, realmente se sintió muy movilizada con todo, ver que solo tenía una foto de su papá, remover recuerdos y no poder dejar de hablar de las experiencias vividas con su mamá.
El día que armé el altar, fui con mi hija mayor a comprar flores y lo armamos juntas, lo hicimos en mi cuarto, ella le hizo el arco y le escribió una carta a su papá, realmente fue muy lindo porque mientras tuvimos las velas prendidas hubo un aroma a incienso impresionante.
Delfi ha contemplado el altar por un buen rato, no podía dejar de mirarlo, se ha sentido muy movilizada, Lola, mi hija del medio también se ha quedado mirando el altar un buen rato y Emma sacó todos los dulces y se los comió junto a Delfi.
¿Por qué es tan importante honrar a nuestros muertos?
Ellos nos cuentan historias las cuales son importantes para poder sanar el clan. Nosotros venimos a vivir experiencias que algunas de ellas no fueron sanadas.
La película coco cuenta esta historia perfectamente, hablar del abuelo de coco era mala palabra en su familia, sinónimo de abandono, pero recién cuando Coco cruzó averiguo la lo que paso, sanó esa parte de la historia.
Nosotros venimos a vivir experiencias que se nos hacen presentes con síntomas tanto físico como emocionales, eso nos da un indicio que hay algo que debemos sanar en el clan.