Matias siempre me decía… “Bichi, quedate tranquila que si a mi me pasa algo queda todo pago” y cuando realmente se concreto su dicho, si bien quedó todo pago me dejó flor de quilombo.

Realmente, cuando tu compañero de vida se va no te das cuenta de las cosas que no hacías y te tocó hacer, de las cosas que debes realizar y que antes las desligabas en el otro.

Este es el momento que despertas cualidades que no creeías tener y que muchas veces tomas las cualidades de la persona  que ya no está, sin darte cuenta.

Él era una persona con grandes cualidades una de ellas era que todo lo hacía sin importar nada, lo disfrutaba, no se hacía problema por nada, era una persona que se adaptaba a cualquier situación o circunstancia y sobre todo tenía un sentido del humor impecable.

Antes yo era una persona dependiente, no me hacía cargo ni siquiera  de ir a  pagar impuestos porque sabía que lo hacía él, no sabía si debíamos algo ni  siquiera sabía de lo que teníamos, cuando él partió  tuve que tomar su gran cualidad, la de adaptación a cualquier situación o circunstancia, además, descubri que soy una persona autonoma.

Otra de las grandes cualidades que adopte fue su gran sentido del humor, poniendole un contenido de humor negro, una de las grandes cualidades que me ayudo a pasar el transe.

Gracias al flor de quilombo que me dejo, pude ver la capacidad resolutiva que tengo y de poder plantarme en cada situación.

Uno despierta esas cualidades sin darse cuenta y las adopta como propias. Las cualidades son aquellas  características, en este caso buenas, que nos hacen estar más cerca de aquellas personas

¿Quién ha tomado alguna cualidad de Mati? ¿Cuál de todas las que tenía?