Cuando quedé sola con mis 3 hijas, me encontré que yo era la única responsable sobre las tres chiquitas. La única que podría decidir cualquier cosa ante ellas era yo. Pero cuál era mi licencia para vivir.

Al quedarme con 3 nenas de edad tan chiquitas que dependían 100% de mi, no encontraba tiempo para mi, y si bien tenía a mis papás que me ayudaban un montón, al vivir con ellos me daba cosa tener que pedirles que me cuidaran a las nenas. Además, no podía balancear la responsabilidad que si hubiese tenido criando a mis hijas con Matías.

He encontrado el momento de realizar Pilates, porque lo hacía vía Zoom con mi amiga y profesora de Colombia. Muchas de las clases me han tocado hacerla con Emma llorando en el corral.

Hubo fines de semana, que la abuela de las nenas se llevaba a las dos más grandes, pero Emma quedaba siempre conmigo, la llevaba a todos lados salvo que mis papás se quedaran con ella.

Era muy difícil encontrar un momento para hacer lo que me gusta y lamentablemente siempre me ha tocado depender de un tercero que me cuidara a las nenas y no tenía que ubicar a una sino a tres.

Muy agradecida con mis papás porque me las han cuidado millones de veces. Recuerdo que cuando una de mis amigas celebró su cumpleaños deje a Emma de un año y unos meses a mi hermana y a mitad de la noche me llamó porque no paraba de llorar, claramente no se quedo más.

Realmente fue muy agobiante, tener que hacer el duelo como podía, criar a mis hijas y cuando las podía ubicar para mi era un respiro, pero no por el hecho de sacármelas de encima sino poder tener un momento para mi, para poder distraerme.

También me encontré que salía y no terminaba de disfrutar la salida porque estaba pendiente al teléfono, de hecho, cuando salía con ellas y volvía tarde mi mamá me llamaba para estar pendiente cuando llegaba a la casa para ayudarme a bajar a las nenas del auto.

Muchas veces me armaba plan los fines de semana con ellas para no invadir el espacio que habían perdido mis papás al estar viviendo con ellos, pero se preocupaban.

No encontraba mi espacio, no tenía licencia para vivir, me preguntaba cuando encontraré ese momento en que pueda vivir.

Creo que hoy miro hacia atrás todo lo vivido y puedo decir que me reencontré conmigo y puedo encontrar mi licencia para vivir