Cómo crecen mis hijas sin su papá

Una de las cosas que me inquietaba con la pérdida de Mati era que sus hijas iban a crecer sin su papá y el miedo a que no lo recuerden me partía el corazón.

Me ha sorprendido como ellas naturalizaron la perdida. Delfina es la que más lo siente, ya que ella tenía 6 años, el primer año fue durísimo para ella, comenzar en un colegio nuevo, con acento diferente y sin su papá, ella comenzó a sociabilizarse desde la angustia que sentía por no tener a su papá, de hecho, me costaba dejarla en los cumpleaños porque no se quería despegar de mi por miedo a que me pasara lo mismo que a su papá. Poco a poco comenzó a realizar un grupo de amigos que la han acompañado bastante.

Este último tiempo lo ha extrañado mucho y el día del padre se puso a llorar porque sus amigas iban a compartir fotos en las redes sociales con sus papás y ella no.

Lola, es muy difícil descifrarla, ella es muy parecida a su papá, es como que todo le resbala, y te dice mi papá se murió. Recuerdo un día en el que estaba con ellas en el auto esperando a alguien y tenía la ventana baja, en ese momento se acerca un vendedor ambulante vendiendo medias de hombre y me dice me compraría para su esposo, en ese momento Lola le dice “ella no tiene esposo porque se murió”. Este hombre no sabía qué decirme.

Emma, era muy chiquita, no tiene ningún registro de su papá, solo fotos. Ella dice que su papá se murió y mira las fotos en las que estamos Mati, Delfi y yo y dice que es ella (por su parecido físico a su hermana)

En muchas ocasiones, cuando estamos las cuatro solas, ellas hablan de su papá, dicen que es una estrella que está en el cielo, que está en sus corazones.

Ellas no habían querido ir al cementerio hasta hace unos meses que me pidieron de ir, le llevamos flores, Emma preguntó donde estaba su papá y Lola le respondió, su cuerpo está acá abajo y su alma en nuestros corazones. Respuesta que me ha dejado con la boca abierta.

Yo intento siempre contarles anécdotas, hacerles recordar experiencias vividas, qué decía que hacía. El día que cumpliría años nos juntamos con sus amigos, brindamos por el y contamos alguna anécdota que nos haga reír.

“Solo muere cuando se olvida y nosotras nunca lo olvidamos”