La muerte es el proceso más doloroso que puede pasar una familia, en el que un ser querido deja de estar en este plano físico para acompañarnos en nuestros corazones.
En la vida se me ha presentado la oportunidad de encontrarme con otras 3 mujeres que compartimos la viudez como algo en común. Realmente fue increíble como cada una desde su experiencia vivió la muerte de su compañero de vida. Además de la gran empatía que se formo en ese lindo encuentro, hubo un intercambio de palabras de cómo fue la mejor muerte.
Hay diferentes tipos de muertes, está el que muere lejos, el que muere cerca, el que deja ve su cuerpo, el que se despide y el que no. Todo esto hace que la procesión de cada uno se lleve de manera diferente.
Yo siempre dije que Matías ha tenido la mejor muerte que un ser humano podría tener, no sintió dolor, fue espontaneo, disfrutó de su vida hasta el último momento, pero por mi parte no me pude despedir, fue un shock emocional importante, no tenía a quien culpar, fue un proceso de aceptación.
En ese momento focalicé mi dolor en conseguir el sustento económico de mis hijas, lo que me hizo olvidar por un momento el dolor de la perdida. Además de tener la esperanza de que iba a volver porque nunca he visto su cuerpo sin vida.
En el caso que hubiese muerto por enfermedad, para mi hubiese sido una preparación para un desenlace anunciado, pero me hubiese tocado una agonía en la cual veía su deterioro y sufrimiento, en este caso hubiese podido despedirme, pero con un dolor inmenso de todo el proceso previo.
Si hubiese sido un accidente, creo que tendría a quien culpar y tal vez focalizaría mi dolor en que se podría haber evitado, pero cómo saberlo.
Creo que las diferentes maneras de morir y de cómo se dan las cosas hace que el consuelo a ese dolor a la perdida de un ser querido se focalice en esos hechos, como por ejemplo si está enfermo, ya no sufre más, si es un accidente, quiero matar a la persona que lo provocó y si es de un momento para otro, vivió como tenía que vivir.
El dolor de la pérdida es igual, la persona que amamos ya no está, nuestros hijos se quedaron sin padre, nosotras sin compañero, lo único que nos diferencia son los procesos vividos para llegar al triste desenlace.