Una de las cosas que queda cuando una persona se va, son sus frases, esas expresiones que nunca se olvidan y que quedan en el recuerdo y vienen a la mente en el momento menos esperado.
Matías me ha dejado varias frases las cuales uso muy seguido, una de ellas es la que da el nombre a este blog “Vive la vida hoy” y que me tatué, ya que significa mucho para mi, es sinónimo de estar en el presente, ni en el ayer ni el de mañana, el de disfrutar el hoy y el ahora porque no sabes que puede suceder mañana. Cuando quería comprar algo o hacer algo en especial me decía “Bichi…..vamos para adelante” y así fue su vida, viviendo el hoy y el ahora.
Otra frase que usaba es “Dejalo vivir que es su peor castigo”, cuando una persona que nos afectaba emocionalmente para no darle transcendencia siempre lo decía y es el día de hoy que se las transmito a mis hijas.
Cuando nos fuimos a vivir a Colombia comenzó a utilizar algunas de las palabras de allá como “vos fresca” diciendo no te preocupes, “marica boludo” una forma de llamar a un amigo y dejar por sentado que seguía siendo argentino. Una vez nos visitó mi hermana con su marido y su hija mayor (Bianca) que en aquel entonces tenía 2 años, casi no hablaba, pero una vez íbamos en el auto y le dijo a su mamá…. “Agarrate mamá”, porque Matías manejaba fuerte, frase que adjudicó Mati cada vez que iba rápido.
“Tápenla con diario”, estábamos en el casamiento de mi prima y una tía del novio tenía un marcapasos, se desmayo paso por atrás y dijo “se nos va, se nos va…. Tápenla con diario” frases que quedan para la historia y cuando las recuerdas te hacen reír.
El fue una persona que ha dejado siempre una frase para la memoria de todos los que los queríamos. Tengo una anécdota de cuando estábamos de novios, el venía siempre a casa, porque tenía la comida asegurada, mis papás lo mimaban mucho y una vez mi mamá hizo pizzas y se le fue la mano con el condimento y mi papá rezongó, a partir de ahí la empezó a tomar del pelo a mi mamá con el adobo para pizzas cada vez que las hacia, y cuando vemos el adobo él está presente. Como también fue con el pan, en el festejo de un cumpleaños en lo de mis papás nos quedamos cortos con el pan, a las 10 de la noche salió Mati a comprar, por lo que cada vez que asignamos quien de la familia compra algo decimos que el pan lo compra él.
El se fue de este plano físico, pero está presente en cada uno de los momentos que hemos vivido junto a él.
Les pregunto a las personas que lo conocieron, ¿Qué recuerdan de él?
Una de las mejores anécdotas que tengo de el fue en nuestro viaje a China. Habíamos acordado compartir habitación, igual que habíamos hecho en Boston. Nos unió rápido una bonita amistad posiblemente por ser los únicos argentinos en el grupo. Durante el viaje a China, Matias y yo nos quedamos unas horas más en la ciudad esperando que nos diera la hora de ir al aeropuerto. El ya tenía los huevos llenos de China y pasó buena parte de ese día puteando. “Ni en pedo regreso a China, Rami” me decía. Y yo le decía “pero Mati, quizá sea interesante ver más cosas”. Nada. Estaba harto. Cuando llegamos al aeropuerto en migración había centenares de personas y, China siendo China, tenían un estricto control de la gente que salía del país. El problema es que todos teníamos que hacer fila para que autoridades revisaran nuestro pasaportes y había un pequeño grupo de oficiales atendiendo a miles de personas. Después de varios minutos metidos en esa fila incomodísima, Matías me mira y me dice “tanto Chino que hay al pedo, ¿no les sobran 10 boludos para que vengan a revisar los pasaportes, la puta que los parió”. Nos cagamos de risa los dos de forma instantánea y con eso sobrellevamos esa fila horrible. Siempre recordaré ese viaje a China con el. Fue increíble. Abrazo Meli.
Su risa tan particular y sus anécdotas que las contaba muy graciosas.